Ley de
Bode
En mi punto de vista la Ley de Bode se me hizo muy interesante porque esta ley nos
muestra la distancia que ahí entre el sol y los planetas, y se me hizo una manera
fácil de calcular las distancias mediante una forma de matemáticas así utilizando
la ley de las formulas de bode.
Desde la antigüedad nuestros
antepasados prehistóricos ,astrónomos y matemáticos se preguntaban si las
distancias de los planetas al Sol obedecían a un orden. Con el avance en las técnicas de descubrimiento de planetas
del espacio ya se han descubierto varios sistemas planetarios sobre los que es
posible aplicar la ley de bode . Lo que hacen unos pocos científicos tratan de aplicar la ley a algunos de estos
sistemas, la conclusión es que Kepler 11 y HD 10180 cumplen perfectamente la
ley, el estudio consigue aplicarla también a Gliese 876, Gliese 581 y 55Cnc
suponiendo la existencia de algunos planetas que no conoceríamos.
Mas bien esta ley Fue descubierta por Johann Daniel Titius mientras
buscaba relaciones numéricas entre los datos planetarios, y no fue conocida
hasta que Johann Elert Bode, con mejor marketing, las dio a conocer en 1772.
Bode la
publico sin decir que la había hecho Titius. La ley de Titius habría pasado casi inadvertida si no hubiera sido difundida por el astrónomo alemán Johann Bode (1774 - 1826), por lo cual se desarrolló la costumbre de definirla como la ley de Bode-Titius, aunque algunos incluso hablan simplemente de la ley de Bode, olvidando, de forma un poco injusta, a su legítimo descubridor. Y esta ley se hizo famosa al descubrirse Urano y al buscar y encontrar Ceres y el cinturón de asteroides a las distancias marcadas por la Ley de Titius-Bode. Posteriormente se descubrieron Neptuno, que no cumple la ley y Plutón que tampoco la cumple pero se aproxima bastante aunque este último no sea un planeta propiamente dicho. Es una ley que también es válida (con otros parámetros numéricos) para los satélites de Júpiter y de Urano y también para los de Saturno pero con algunos huecos. Actualmente se está tratando de aplicar a los planetas extrasolares. La verdadera novedad está en el hecho de que la búsqueda enfocada a encontrar planetas similares a la Tierra ha puesto a disposición de la comunidad científica la posibilidad de poder comparar, finalmente, nuestro sistema solar con otros cientos de sistemas que seguramente serán descubiertos en los próximos años. Muchos astrónomos de la época pensaron que los aciertos se debían a una coincidencia, pero quedaron impresionados cuando en 1781 William Herschel descubrió el planeta Urano, exactamente a 19.2 Unidades Astronómicas del sol. El descubrimiento en 1801 del asteroide Ceres, justo a la distancia 2.8 Unidades Astronómicas hizo que las dudas se despejaran y la Ley de Titius fuera ampliamente aceptada Posteriormente se han añadido a la serie los planetas Neptuno y Plutón, pero en estos casos no se ha cumplido la ley, ya que aunque le corresponderían las posiciones de 38.8 UA y 77.2 UA las posiciones reales han sido de 30.0 y 39.4, aunque los que tienen una fe ciega en la ley de Titius han llegado a sugerir que el siguiente planeta de la serie debería ser Plutón (38.8 es casi igual que 39.4) y que en realidad Neptuno es un intruso, un planeta que se ha salido de su órbita y se ha colocado en un lugar que no le correspondía. Sea como fuere, el caso es que la ley de Titius parece predecir las distancias de los planetas al Sol, pero no da una explicación de por qué ocurre así.
publico sin decir que la había hecho Titius. La ley de Titius habría pasado casi inadvertida si no hubiera sido difundida por el astrónomo alemán Johann Bode (1774 - 1826), por lo cual se desarrolló la costumbre de definirla como la ley de Bode-Titius, aunque algunos incluso hablan simplemente de la ley de Bode, olvidando, de forma un poco injusta, a su legítimo descubridor. Y esta ley se hizo famosa al descubrirse Urano y al buscar y encontrar Ceres y el cinturón de asteroides a las distancias marcadas por la Ley de Titius-Bode. Posteriormente se descubrieron Neptuno, que no cumple la ley y Plutón que tampoco la cumple pero se aproxima bastante aunque este último no sea un planeta propiamente dicho. Es una ley que también es válida (con otros parámetros numéricos) para los satélites de Júpiter y de Urano y también para los de Saturno pero con algunos huecos. Actualmente se está tratando de aplicar a los planetas extrasolares. La verdadera novedad está en el hecho de que la búsqueda enfocada a encontrar planetas similares a la Tierra ha puesto a disposición de la comunidad científica la posibilidad de poder comparar, finalmente, nuestro sistema solar con otros cientos de sistemas que seguramente serán descubiertos en los próximos años. Muchos astrónomos de la época pensaron que los aciertos se debían a una coincidencia, pero quedaron impresionados cuando en 1781 William Herschel descubrió el planeta Urano, exactamente a 19.2 Unidades Astronómicas del sol. El descubrimiento en 1801 del asteroide Ceres, justo a la distancia 2.8 Unidades Astronómicas hizo que las dudas se despejaran y la Ley de Titius fuera ampliamente aceptada Posteriormente se han añadido a la serie los planetas Neptuno y Plutón, pero en estos casos no se ha cumplido la ley, ya que aunque le corresponderían las posiciones de 38.8 UA y 77.2 UA las posiciones reales han sido de 30.0 y 39.4, aunque los que tienen una fe ciega en la ley de Titius han llegado a sugerir que el siguiente planeta de la serie debería ser Plutón (38.8 es casi igual que 39.4) y que en realidad Neptuno es un intruso, un planeta que se ha salido de su órbita y se ha colocado en un lugar que no le correspondía. Sea como fuere, el caso es que la ley de Titius parece predecir las distancias de los planetas al Sol, pero no da una explicación de por qué ocurre así.
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